Una avería y la imposibilidad de frenar pudo provocar este martes el accidente del microbús turístico que cubría una ruta entre la localidad pirenaica de Eriste (Huesca) y el refugio de montaña Ángel Orús y en el que viajaban el conductor y otras veinte personas, catorce de ellas niños de una agrupación musical de Vilanova i la Geltrú (Barcelona), de vacaciones por la zona.
Según han informado fuentes próximas a la investigación, que realiza la Agrupación de la Guardia Civil de Fraga, el conductor, tras detenerse el vehículo y observar que no conseguía frenarlo en el tramo en pendiente en el que se encontraba en ese momento, abrió las puertas y pidió a todos los ocupantes que saltaran.
En el tramo que discurrió el microbús antes de despeñarse más de quince metros por un barranco, la mayor parte de los pasajeros consiguieron saltar, a excepción de un pequeño grupo de cuatro niños que se vieron arrastrados en la caída al no poder salir a tiempo. Debido al impulso provocado por la fuerte pendiente en la que se encontraban el vehículo saltó el bordillo de hormigón que protegía el borde la pista.
A consecuencia del accidente, uno de los niños resultó herido de gravedad y fue evacuado en el helicóptero del servicio de emergencias del 112 al Hospital Infantil de la capital aragonesa, donde permanece ingresado. Los otros tres niños que se despeñaron con el autobús sufrieron heridas leves, así como otros dos que se las hicieron al saltar del microbús en marcha.
En las labores de salvamento colaboraron bomberos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) de la Diputación de Huesca, que tuvieron que excarcelar a uno de los niños y efectivos de distintas unidades de la Guardia Civil, entre ellas la de salvamento en montaña.
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